A todo aquel que le preguntes por Barcelona, si alguna vez ha vivido allí, te responderá que es la ciudad más bonita del mundo: una ciudad en donde puedes sentir el arte inundando las calles desde el primer momento que pones pie en ella; una ciudad que irradia una música propia y que recoge secretos en cada barrio y si tienes suerte, podré contarte alguno que no conozcas.
Mi primera impresión de Barcelona fue ver el amanecer en este lugar, desde donde se podía ver el sol naciendo rápidamente sobre el mediterráneo
La primera vez que visité Barcelona llegué de madrugada a la estación de Sants con la excusa de visitar a un amigo que hacía tiempo vivía en la ciudad. Me recogió en la puerta de la estación y atravesamos La Diagonal desde Las Cortes hasta L’Eixample y luego por el Paseo de San Joan hasta llegar a su casa en el barrio de La Salud. Desde su ventana se podía ver el camino que subía hacia el Parq Güell y con la luz adecuada, hasta se veía parte del Teatro Griego. Dejamos las maletas en su casa y rápido me llevó a visitar el primer secreto de Barcelona y es de donde guardo mi primera y más apreciada impresión de esta ciudad.
Subimos hacia el barrio de El Carmelo, a pie del parque del Guinardó, a un lugar que llamaban “Los Bunkers” (el nombre viene de lo que realmente son: unos bunkers construidos durante la Guerra Civil que albergaban cañones antiaéreos). Como era de noche, a penas veía nada más que una escalera eterna que subía hasta lo que a simple vista parecían cuatro piedras mal puestas en medio de la montaña…
Ignorante de mí, donde realmente estaba era en un mirador situado en un lugar privilegiado de Barcelona que permitía ver la ciudad al completo: desde el nacimiento de Barcelona, donde el palacio de Montjuic parecía un pequeño juguete en la distancia, hasta más allá de lo que estoy seguro llegaba a ser Badalona. Mi primera impresión de Barcelona fue ver el amanecer en este lugar, desde donde se podía ver el sol naciendo rápidamente sobre el mediterráneo, sin poder diferenciar entre mar y cielo, y su luz inundando poco a poco las calles de la ciudad que se extendían como líneas rectas dibujadas desde la costa hasta nuestros pies.
Y Barcelona está llena de lugares y vistas que no le envidian nada a este.
En cada barrio de la ciudad puedes encontrar lugares de fascinante belleza. Aquí te voy a contar algunos de los que yo he conocido, pero ni mucho menos son los únicos que puedes encontrar en Barcelona.
Repartidos por toda la ciudad puedes encontrar edificios diseñados por el famoso arquitecto Gaudí, que son de obligada visita: La Basílica de la Sagrada Familia, la Casa Milá, Casa Batlló y el propio Parq Güell son de los más emblemáticos y conocidos que por su puesto no debes perderte.
En algún momento de tu viaje te encontrarás en la Plaza de Catalunya; asegúrate de bajar por el Paseo de Gracia hacia el Arco del Triunfo de Barcelona. Es un lugar emblemático de la ciudad diseñado por el arquitecto José Vilaseca como entrada principal a la Exposición Universal de Barcelona de 1888 y a diferencia de otros arcos del triunfo con un marcado significado militar, este tiene una mayor implicación civil caracterizado por el progreso artístico, científico y económico. Este arco sirve como entrada al Parque de la Ciudadela, trazado en los antiguos terrenos de la fortaleza de la Ciudadela (de donde viene su nombre) justo al lado de La Villa Olimpica del Poblenou, segmento del barrio del Poblenou que fue reformado como residencia para los deportistas con motivo de las Olimpiadas de Barcelona de 1992.
No obstante, si en lugar de ir hacia el Arco del Triunfo decides bajar por la famosa Rambla de Barcelona atrévete a perderte por cualquiera de las calles que puedan llevarte hacia la Vía Layetana. Si tienes suerte podrás encontrarte con el Palau de la Música Catalana y con otro de mis lugares favoritos de Barcelona: la Catedral de Barcelona.
Alrededor del recinto de la catedral puedes encontrar varias plazas pero ninguna de ellas es como la Plaza de Sant Felipe Neri (…) un espacio de una belleza indescriptible
Alrededor del recinto de la catedral puedes encontrar varias plazas pero ninguna de ellas es como la Plaza de Sant Felipe Neri, localizada a pie de la Iglesia homónima. A pesar de encontrarse entre Vía Layetana y La Rambla es un espacio único en donde, de un momento a otro, puedes dejar de escuchar el ruido y el ajetreo de una ciudad tan cosmopolita como Barcelona para sumirte en el más absoluto de los silencios a penas roto por quien se encuentre en esta plaza. Sin duda un espacio de una belleza indescriptible que alberga una historia oscura, como las cicatrices que residen en la pared de esta plaza.
Mi última recomendación es otro secreto a la vista de todos, como prácticamente todos los que tiene Barcelona. Se encuentra junto a la Plaza Catalunya y más de uno ha llegado allí por accidente: se trata del claustro de la Parroquia de Santa Ana, un claustro gótico que empezó a construirse en el siglo XII. La propia parroquia es una maravilla en sí y alberga obras de Pere Pruna, discipulo de Picasso. Pero yo me quiero centrar en el claustro, una auténtica puerta en el tiempo a la edad media situada en el corazón de Barcelona. Puedo intentar describirte la belleza de este lugar, pero para entenderlo mejor deberás verlo con tus propios ojos.
Contarte todos los secretos que esconde Barcelona es un hito que no me voy a atrever a conquistar, no obstante, espero que esta pequeña colección de los que yo he conocido y hagan de tu visita a la Ciudad Condal una historia que quieras repetir para poder enseñarle a alguien lo que tú has descubierto perdiéndote por esta ciudad.
Muy interesante!!!